jueves, 10 de abril de 2014

El primer día en NZ

Aun lucho con ciertas burocracias, transferencias bancarias y otras cosas. Pero hoy tomé una decisión de esas importantes. Compraremos un auto con un amigo francés (y si, podría haber sido mejor si fuese una amiga, pero ya está). Y nos vamos la próxima semana a Tauranga a buscar trabajo. Ya tenemos un par de opciones y bueno, hay que ver que pasa.

Por ahora, voy a tratar de hacer un recuento de lo que ha sido este viaje. Partiendo con el vertiginoso primer día.

La llegada.

Partí un viernes a las 23:30 PM. Llegué un domingo a las 4:30 AM. Un viaje de trece horas y un día menos. En el vuelo conocí a una pareja argentina, muy amable. Ya llevaban un tiempo trabajando en Nueva Zelanda, y durante el vuelo los bombardié con preguntas y otras cosas. Pasó el tiempo y vi Nebraska, una de las películas nominadas para el Oscar. No ganó. No era mala. Y finalmente dormí como 9 horas.  

Me baje del avión con una sensación de poco desconcierto, en gran medida gracias a los argentinos. Después de pasar un rato en el aeropuerto con ellos -la burocracia fue prácticamente nula- me decidí a tomar un bus rumbo a Auckland, ellos iban a otra ciudad, a Rotorua y después a Filipinas o Malasia por vacaciones, ya no recuerdo muy bien. 

Ya había salido el sol para cuando llego el bus. El chofer se fue manejando y cantando una canción de los Backstreet Boys, algo que extrañamente me hizo seguir pensando que no estaba en un lugar tan lejos del hogar. Había preguntado poco antes donde tenía que bajarme, era en Mt. Eden, la estación de tren. Me bajé ahí no más de 15 minutos después.

La estación estaba desierta, salvo por Xin. Ella me ayudo a comprar un ticket de las máquinas de la estación, que por lo demás estaban locas, o descalibradas. Algo nuevo incluso para ella que vive hace 18 años en Auckland. Nos reímos un poco y nos fuimos conversando en el tren. Principalmente de arte -ella trabaja en la biblioteca de la universidad, pero es artista-. Intercambiamos datos para seguir en contacto, me invito a una intervención que haría durante la semana y poco después me tocó bajarme de la estación, en Sunnyvale.

No tenía idea de donde quedaba el hostal, solo tenía la dirección, pero no una ruta. Menos un smartphone con internet o algo así. Por lo que empecé a caminar por una senda que hasta el día de hoy no logro comprender cual fue. Caminé por más de una hora y media por este sencillo y un tanto desierto suburbio de la ciudad de Auckland, buscando referencias, preguntando, pero nadie se sabía el nombre de las calles. Así que seguí, cuesta arriba y cuesta abajo, con un peso enorme en los hombros, pero no tan cansado en el fondo, pensando que todo era parte de la aventura.

Finalmente, y después de hablar con mucha gente y entender algunas instrucciones a medias -es realmente complejo el acento Neo Zelandes-  encontré Fat Cat, el hostal que había visto en Chile.

Llegué y hable con la gente, pregunté por Rafa, quien administra el lugar y con quien había hablado por facebook. Esperaba a un Brasileño por lo que me habían comentado, pero resulto ser un polaco. Bien polaco. Emily, la encargada del momento de recibir a los nuevos, me hizo un paseo por la casa/comunidad y finalmente desempaque todo en el cuarto de 6 camas. Había otro de 4 y uno dúplex. Casi de inmediato también conocí a Leo, el único chileno en el lugar que -entre otras cosas- era el encargado de hacer la cerveza artesanal (algo muy común en Nueva Zelanda) y Mati, francés que también era parte de la pieza de 6 dormitorios.


Aun no sé muy bien como, pero poco después de llegar terminamos viajando con Mati y dos canadienses francófonas (que se tenían que ir ese día) a unas cascadas y a la playa Piha, ambos hermosos lugares, cerca de la zona. Voy a dejar que las fotos hablen más de ese viaje, pero la sensación de estar en otra dimensión fue sobrecogedora, era como estar en una nueva vida.

Durante el viaje nos dimos cuenta con Mati que estábamos en la misma situación, en cuanto a burocracias, y quedamos de ir al día siguiente a Auckland, para hacer los trámites necesarios para empezar a trabajar. El IRD (para los impuestos), abrir una cuenta en un banco y otras cosas más.

Finalmente volvimos a Fat Cat, después de haber pasado a la vuelta al Mall de Henderson, el pueblo más cercano, ya que las chicas necesitaban algo, y a mi -para variar- se me había quedado la toalla en Chile, así que necesitaba una nueva. Prácticamente no hay locales pequeños por acá en los suburbios. Todo se concentra mayoritariamente en los centros de sub-ciudades que pertenecen a Auckland (algo así como Maipu en Santiago), y usualmente en Malls y sus alrededores. Se puede ver estructuras bien simétricas en general. Lo bueno es que hay pocos o ningún edificio, lo que hace que el cielo parezca enorme. 

Ya en la noche, durante la cena, conocí al resto de una serie de personajes que han sido más que importantes en estas casi dos semanas. Alessandro, Stephanka, Lauri, Romain, Tom, Wilrich, Gaby, Sonia, Kamala, Dorian, y muchos otros, que solo pasaron unos días y se fueron. O que llegaron después.

Y así se fue un día largo, pero hermoso. Vertiginoso. Lleno de paisajes bellos y nuevos. Y era solo el primer día en Nueva Zelanda.

Fotos:

1.- El aeropuerto, madrugada del domingo:



2.- La estación de Mt. Eden (el puente llegando a ella):


3.- Piha Beach y las cataratas (Varias):

















17 comentarios:

  1. Que rico leerte Ginito. Bellas fotos. Que experiencia wn, la cagó. Sigue deleitándonos con tus días. Te queremos

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    1. Yo también le quiero!, un abrazote y ahora seguiré escribiendo :D

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  2. wena gino. las playas se parecen montón a las playas de niebla, valdivia. debe ser la latitud.

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    1. Puede ser pues!, la latitud debe ser muy parecida si no la misma. Aunque asumo que no he ido a Niebla, pero es algo que haré tarde o temprano :/

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  3. Se ven penetrables las peucas rubias. Lástima que no se quedaran más días.

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  4. que bueno saber de ti gino, mucha suerte en tu aventura!


    Tamara.

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    1. Muchas gracias!! y a ver si me cuenta como sigue la Dadá que se mete menos a estas cosas, y si siguen haciendo los almuerzos :P

      Un abrazo!

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  5. Buenísimo primer día!!! preciosas fotos!!!

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  6. Que buen comienzo mi sobrino querido. Se percibe la buena onda del gato guaton y la hermosa paz de los paisajes. De por aqui pura buena vibra. Abrazo apretado y prolongado de la familia angolina.

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    1. Muchas gracias Tío!, y de vuelta otro abrazo igual de apretado!!

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  7. Que lindas las fotos que subiste, espero que cuando puedas subas más y conocer otro poco de ese País a través de ti. Te extraño lindo.

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    1. Sep, lo hice para que después no andes diciendo que no subo fotos ni nada :P

      Besos!

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  8. Que bueno poder saber de ti por este blog, lindas las fotos, interesante lo que cuentas (describes tan bien que pareciera que uno estuviera ahi contigo!!, gracias por eso) y seguire acompañandote en el viaje en la medida de tus escitos y fotos que son preciosas!!. Un gran abrazo! :-)

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  9. Gino, que genial leer tus anécdotas en este periplo que estás haciendo.... Y que decir de las fotos ¡¡¡Espectaculares!!!!.... sigue disfrutando y deleitándonos con tus escritos que hacen volar la imaginación! ....
    Besitos y cuídate mucho.... (No dejes de subir fotos)

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  10. Ahora sí puedo comentar! Se te quedó la toalla!!! Jajajajaa... a todos nos pasa. Pero a mí con los cepillos de dientes. Un abrazo, te extrañamos!

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