jueves, 17 de abril de 2014

De dulce y de agraz

Esto lo escribí hace un par de días pero no pude subirlo antes, así que lo hago ahora. Y los paréntesis son acotaciones que hago en este momento/tiempo.

Aun no sabemos que pasa con el auto, pero encontramos a unos mecánicos chilenos cerca y mañana (hoy) nos dirán si vale la pena usarlo, si no se puede, o quien sabe que cosa. Al menos fueron muy amables y pude explicar la situación en un perfecto chileno.

En la mañana fui a Auckland, a pagarle la visa a Fillipinas a Alessandro, que se le había olvidado y se lo prometí antes que viajara para que estuviera más tranquilo. Fui con Mona, una alemana, hermosa y simpática por lo demás -que como a todos, conocí solo hace a algunos días-, y que necesitaba vender su auto, así que aproveche de acompañarla a los hostales de la ciudad a colocar el clásico aviso de venta de un auto de y para backpackers. Un buen ejercicio que sirvió para conocer algo más de la ciudad.

Ella se fue a unas clases de Windsurfing, yo volví al hostal. Al llegar me encontré con Tom y fuimos donde los mecánicos chilenos, y después volví a trabajar en el jardín. Bellísimo y tranquilo momento en compañía de dos caballos vecinos, quienes se acercaron lo suficiente como para poder acariciarlos y darles de comer algo de hierba desde mi mano. Llovió un poco entre tanto. Mas bien chispeo. Y las nubes grises eran un poco más claras tras el negro azabache de una de las yeguas, de ojos tan oscuros como su pelaje, pero limpios. Me regalaron paz.

No sé que pase ahora, aunque creo tener un plan para casi todos los escenarios posibles. Pero mucho más allá, por sobre todo eso, estoy en calma.

Aún no llega la transferencia de Chile a mi banco acá en NZ que hice el sábado (ya llegó, finalmente), así que llevo unos cuantos días sin dinero, pero me las he arreglado de alguna u otra forma. No gasto prácticamente nada en el día a día, pero pronto tendré que dejar este lugar. Ya ha pasado mi tiempo y por lo demás había avisado que me iría por estas fechas.

Podría decir que en este momento solo tengo unos pocos dolares en el bolsillo, y no está tan mal. Quizás no ha sido el mejor comienzo, pero hay algo de serenidad en el desapego. De cierta forma ya no pienso que las cosas saldrán mal, simplemente que serán; de una u otra manera. Cada camino tiene su propia forma.

Acá la gente no abraza mucho. Lo bueno de Mona es que si lo hace. Pero se va pronto, y probablemente yo antes. De todas formas no hay muchas posibilidades de algo más, ni con ella ni en general, creo que tengo una mala combinación. No soy lo suficientemente exótico, ni soy lo suficientemente "europeo", por ponerle un nombre. Estoy en un punto medio. Ni chicha ni limona'. Como sea, espero mejorar mi inglés lo suficiente como para poder echarle la culpa de que resulten o no las cosas a mi sentido absurdo del humor y de la vida. Por ahora, dejo pasar el tiempo. Son solo dos semanas.

Y sigo en calma. Una profunda calma. Como caminando afuera del sueño del miedo, sueño sin sobresaltos, y profundo como la misma tranquilidad que provoca en quienes observamos su dormir.

Me levanto temprano todos los días, sin alarma, y ya a las 10 PM estoy con ganas de dormir. Y por supuesto, mientras escribo esto ya casi son las diez. Podría decir que esta lloviendo, podría decir que por eso mañana no tendré que regar y algo me alegra aquello. Podría decir que cerré los ojos por el cansancio y vi unas flores.

No creo que siga en esta ocasión con el orden cronológico, además, poco me acuerdo del tercer día en NZ. Creo que volví a Auckland, o que fui a Henderson (una pequeña y cercana ciudad). Probablemente intenté nuevamente ver el tema de las burocracias, y conocí gente. Quizás más adelante me acuerde mejor de ese día.

Por ahora, buenas noches.

Fotos:

1.- Dejando a Alessandro en el Aeropuerto:



 2.- Auckland, la gran ciudad. Otra vez.







3.- La pequeña granja/jardín y los vecinos










4 comentarios:

  1. Suenas melancòlico hoy. Mañana serà otro dìa
    Ese edificio lleno de plantas verdes y burdeos, uf... bello
    TQ

    ResponderEliminar
  2. Avisame si ya esta solucionado lo de tu plata enviame tu numero de cuenta para que estes mas tranquilo de lo que ya estas.
    Me da paz el leerte y busco con ansias tus lineas que me transportan hacia ti y tus vivencias.
    Que lindas fotos de la ciudad, los caballos y el jardín, envia del hostal donde estas para
    conocerlo.
    No dejes de escribir mi amor y deseo que lo de tu viaje y el auto se solucione pronto.
    Te extraño tesorito hermoso.

    ResponderEliminar
  3. Mi amor no has escrito nada y no he sabido nada de ti,me puedes decir si te encuentras bien o si necesitas algo....te extraño mucho y te adoro.

    ResponderEliminar
  4. Es el síndrome Fotolog; primero posteas fotos todos los días, después un par cada semana, después una por mes, después con cueva 1 o 2 cada año...

    ResponderEliminar